Y justo así pasó Y casi lo mismo me pasó con la velocidad de sincronía. ¿Has visto alguna vez este letrero por las calles de tu ciudad?

Cuando yo lo vi la primera vez, me quedé con un enorme signo de interrogación. Cada vez que lo veía, me preguntaba ¿Qué será eso? Pero no preguntaba a nadie, porque cuando ya llegaba a mi destino lo había olvidado. Sólo lo recordaba cuando lo veía, y no era muy frecuente, porque no hay muchos como ésos en la ciudad.

Un día traía prisa por llegar a un lugar que está bastante alejado de mi casa; como no me gusta manejar por arriba del límite de velocidad, me fui a 60 km/h por todo el Boulevard que pasa por aquí enseguida de mi fraccionamiento. No había mucho tráfico, así que pude conservar esa velocidad, que es el límite aquí. De pronto me percaté de que ya estaba llegando, más rápido de lo que yo calculé, y eso fue porque todos los semáforos me tocaron en verde. De hecho alcancé a ver enfrente de mí los dos o tres que me faltaban, y acababan de cambiar a verde.

Entonces comprendí . Y es curioso, seguro que te estarás preguntando ¿Cómo es que no lo dedujo, si la misma expresión lo dice todo? Pues sí, sincronía viene de sincronizar. El único problema es que yo no sabía qué era lo que se sincronizaba... ¡eran los semáforos!

Suena muy bonito, ¿verdad? El problema es que tal vez muchos de los conductores de mi ciudad no tengan ni la más remota idea de lo que significa la velocidad de sincronía (como me pasó a mí durante algún tiempo).

Pues bien, la siguiente vez quise hacer lo mismo, irme a 60 km/h para que me tocaran los verdes, y ¡oh, decepción! Muchos conductores manejaban a menos del límite, ¡pero a mucho menos! Estamos hablando de que algunos iban a 40 km/h Y eso no es lo malo, en realidad. El verdadero problema es que las calles no tienen señalados carriles para baja velocidad, y de los cinco carriles que existen en cada lado de este gran Boulevard, los cinco van ocupados por conductores que van a 40 ó 50 km/h Entonces es cuando comienza el caos, pues algunas personas llevan verdadera prisa, así que se esfuerzan en aprovechar la más mínima oportunidad para rebasar a estos carros que van tan lento, arriesgándose incluso a chocar.

Pregunta: ¿Quiénes están realmente provocando un accidente?

Así que ahora ya lo sabes.