Definitivamente esos platos terminan lavados eventualmente; sin embargo, hay una estrategia para que se optimice el tiempo y la energía invertida en este ritual que se repite tres veces al día. La rutina puede ser muy agobiante.
Inconvenientes de dejar los trastos sucios en el fregadero y en la mesa por mucho tiempo.
- La comida se seca y a veces se hace piedra, adhiriéndose al plato sobre todo si es de plástico. Aún cuando se lave, a veces esos residuos de comida quedan adheridos imperceptiblemente, lo cual puede ocasionar problemas de salud en el futuro.
- Se inculca en los hijos el anti-valor de que los trastos pueden quedarse sucios mucho tiempo después de haber terminado la comida; los hijos lo ven normal.
- El impacto visual es de suciedad y desorden, y el mensaje es de falta de amor y de cuidado por parte de la esposa y madre.
En realidad, y yendo un poco más a fondo, el simple hecho de que los platos queden sobre la mesa es indicio de que en esa familia no se ha inculcado el concepto de que todos viven en esa casa, y todos son responsables de mantenerla limpia.
Entonces, ¿cómo se puede evitar esto? Es muy sencillo, pero requiere de mucha perseverancia (Mateo 24:13), mucho amor y mucha paciencia. Pero sobre todo insistir e insistir e insistir hasta lograr el resultado.
- Informar a la familia que a partir de ese momento todos cooperarán para levantar la mesa, platos sucios, servilletero, ollas, vasijas, etc., hasta dejarla desocupada y lista para ser limpiada.
- Asignar a cada quién un rol, incluyendo quién limpiará la mesa, barrerá el piso, etc.
- En esto pueden involucrarse todos, hasta el esposo; pero si tu esposo es machista o se resiste, no pelees. Con tus hijos tienes. Si no tienes hijos, entonces lo tendrás que hacer tú misma inmediatamente después de terminar de comer.
- Tirar las sobras de comida al bote de la basura antes de llevar los platos al fregadero.
- Ir acomodando los trastos de manera que lo más grande quede debajo y las ollas chicas adentro de las ollas grandes.
- Enjuagar los platos con agua para tirarles todos los restos de comida, y dejar remojando unos minutos; si esto lo haces inmediatamente después de desocupar cada olla, e inmediatamente después de comer, el tiempo de remojo prácticamente es nulo, a menos que hayas freído algo que se pegó en el sartén.
- Este tiempo de remojo puedes ocuparlo en verificar que la mesa quedó limpia y el piso barrido, en darle una limpiada a la estufa y en guardar la comida restante.
- Cuando laves los platos, acomódalos en el escurridor siguiendo el mismo orden: primero lo más pequeño y a lo último lo más grande.
- Yo soy de las personas que dejan escurrir y secar los platos y entonces los acomodo. Hay otras que les gusta secarlos y guardarlos inmediatamente. El asunto es que no los dejes durmiendo el sueño de los justos en el escurridor; recuerda guardarlos en cuanto estén lo suficientemente escurridos.
Puede ser que en este punto estés pensando: ¡Vaya, estto es de lo más elemental! Bueno, para ti, y alabo al Padre por eso. Sin embargo, te asombrarás de saber la enorme cantidad de jovencitas que van a la unión matrimonial sin tener una idea de estos pequeños detalles, y al paso del tiempo se van agobiando más y más con las tareas domésticas; lo más trágico es que, igual que pasó con ellas, estarán criando hijos acostumbrándose a ver normal una casa sucia y desordenada.
De seguir esta simple estrategia, tu casa siempre se verá aceptablemente ordenada, tus hijos se acostumbrarán y les gustará ver su casa limpia, se sentirán involucrados en esa proeza, y sobre todo tú no te estarás desgastando tres veces al día; podrás disfrutar de ver tu cocina reluciente la mayor parte del tiempo.