¿No se estará confundiendo la gimnasia con la magnesia, dijera mi mamá?
Como me suele suceder, buscando una cosa, me encontré con otra. Yo ni conocía a esta tenista, en mi vida había escuchado hablar de ella; sin embargo, me llamó la atención el tema de la polémica en la que se ha visto envuelta.
Ella nació en Australia con el nombre de Margaret Smith; en una búsqueda rápida no encontré muchos detalles de su infancia, excepto que fue difícil debido al alcoholismo de su padre. Comenzó muy joven a jugar al tenis y, como casi siempre sucede con estos fenómenos deportivos, fue descubierta por quien la llevaría a los campeonatos, explotando una técnica que aprendió antes de ser conocida internacionalmente.
Dos veces se retiró, debido a embarazos, y cada vez que volvía, recuperaba su destreza y cosechaba más triunfos. Finalmente en el tercer embarazo se tuvo que retirar, pero campeona.
Fue una tenista excepcional.
LaVanguardia escribió:
LA POLÉMICA
En 1970 esta mujer se convirtió en predicadora cristiana, y se dedicó a impulsar campañas en contra de la pobreza, la drogadicción y la defensa de la familia.
El año pasado hizo unas declaraciones muy fuertes, manifestándose en contra de la homosexualidad, el transgénero, el matrimonio gay, y la adopción de hijos por estas parejas.
LaVanguardia escribió:
Esta mujer se lanzó con todo.
DosManzanas escribió:
Al parecer todas sus declaraciones fueron hechas con alarde de altanería, soberbia y prepotencia, sin asomo de amor ni compasión.
LA REACCIÓN
Obviamente las protestas no se hicieron esperar, condenando sus palabras y acusándola de homofóbica.
Pero lo que me llama la atención es que la tenista Billie Jean King, quien fuera su gran rival en las pistas, ha solicitado que se le retire el nombre de Court a la pista que lleva su nombre.
Ya en este punto, me pregunté: ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? ¿Retirar de una pista el nombre de una excepcional tenista, honor que le fue otorgado única y exclusivamente por su talento en ese deporte, y no por su educación, ni sus buenos modales, y menos por sus buenos sentimientos? A mí me parece que este asunto se llevó demasiado lejos, que la balanza se quiere ir al otro extremo, en vez de quedarse enmedio, como debe de ser.
Por un lado esta mujer se declara en contra de la homosexualidad, del matrimonio gay y del transgénero, entre otras cosas. ¿Eso es un delito? Yo no lo creo. No se puede obligar a nadie a que esté de acuerdo con un concepto que va en contra de sus propias creencias.
Recordemos que eso de obligar a los demás a que acepten ciertos conceptos, puede ser muy peligroso. Aquí está el caso de Joseph Roman, que exige respeto y reconocimiento a su sentimiento de ser un niño de 9 años, y por lo tanto aceptable que le gusten las niñas de esa edad ¡siendo un hombre de más de 40 años!
Así que yo creo que llevar este asunto de Court y sus declaraciones fuera de toda proporción, hasta los ámbitos del deporte, es un paso que debieran pensarse muy bien antes de darlo.
FUENTES:
https://es.wikipedia.org/wiki/Margaret_Court
http://www.lavanguardia.com/deporte...-australia.html
https://www.dosmanzanas.com/2017/06...transfobas.html
http://www.lavanguardia.com/deporte...imonio-gay.html
https://www.universogay.com/deporte...__01062017.html