Aquel carcelero es impactado al ver dos milagros (la liberación de los presos, y que éstos no hubieran huido), y en ese momento se produce el tercer milagro...
¿Qué puedo hacer para ser salvo? Esa pregunta marcó la diferencia para él y su familia. Este hombre iba caminando toda su vida por un camino que creía correcto, así le habían enseñado, así había aprendido, y así estaba convencido. Pero algo en las oraciones, los cantos y la predicación de aquellos presos, le hizo
ENTRAR EN DUDA. Y una vez que vio la manifestación del poder del
Invisible, quiso despejar esa duda. Y eso hizo la diferencia.
Y la respuesta que le dio
Saulo ha sido tan malinterpretada...
Hechos 16:31 escribió:
Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
¿De qué nacionalidad era este hombre? ¿Era
judío? Definitivamente no. Eso pasó en
Filipos, ciudad griega y pagana, y este hombre era empleado del
Imperio Romano. ¿Estaba invitándolo
Saulo a unirse a la
iglesia cristiana?
¿Cuál? Hasta el momento no se ha visto por ningún lado ningún indicio de la aparición de esa
iglesia, y, en el siguiente capítulo, una vez más constataremos que estos enviados del
Eterno seguían reuniéndose en
Shabat.
Así que... ¿Qué significa “
cree en Yeshúa el Mesías, y serás salvo”?
Significa creer en el sacrificio de Él por el pago de la multa por nuestros
pecados, y una vez a salvo, decidir entrar en Pacto con el Eterno, obedeciendo sus mandamientos. Es el mismo procedimiento de cuando Israel fue sacado de Egipto. Primero fueron liberados gratuitamente, y una vez a salvo, el
Eterno les pone a decidir.
Éxodo 19:3-6 escribió:
Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel: Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Éstas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.
Así de simple, nada de emocionalismos ni de éxtasis raros, nada de sensaciones bonitas antes de decidir. No, el Señor sólo les recuerda que los ha liberado de
Egipto con mano fuerte y brazo extendido, con milagros, señales y prodigios
INMERECIDOS, y luego les pone condiciones. Primero, libres para decidir, y luego, los dos caminos para decidir.
Deuteronomio 11:26-28 escribió:
He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido.
Nada de
iglesia cristiana SIN Torá.
NO.
Saulo está presentando el
Evangelio en la forma correcta. Primero aceptar que el
Mesías vino a pagar la multa por pecar (transgresión de la
Torá), y después comenzar a guardar la
Torá, sin el temor de la muerte por fallar involuntariamente, o por descuido. Nada de invitación a seguir pecando, violando la
Torá, dizque porque es imposible de guardar, sino todo lo contrario;
Saulo lo dijo claramente.
Romanos 10:6-8 escribió:
Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo); o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos). Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Ésta es la palabra de fe que predicamos:
¡No digas que es difícil o imposible la
Palabra que predicaba
Saulo! ¿Y cuál es esa
Palabra? Créeme,
Saulo no tenía en sus manos un
Nuevo Testamento para referirse a él. ¡Ese
Nuevo Testamento no existía aún, sino hasta siglos después! ¿Entonces cuál es la
Palabra a la que se refiere
Saulo? ¡A la misma que el
Eterno le dio a
Moisés para que se la diera al pueblo! Y,
Saulo está sólo repitiendo el
Antiguo Testamento (y en tu
Biblia aparece la referencia):
Deuteronomio 30:11-14 escribió:
Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos? Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos? Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
Quien te diga que la
Torá es maldición, y guardarla es
pecado... Quien te diga que
Cristo vino a abolir la
Ley, porque era demasiado difícil de obedecer, ¿a quién crees que está escuchando? ¿Las palabras de quién está repitiendo? ¿Palabra de
Dios, o palabra del
satán?
Mañana veremos qué decidió el carcelero. Y, mientras, quien no esté en
Pacto aún con el
Creador, también tiene que tomar una decisión. Y quienes ya estamos en
Pacto, debemos estar tomando diariamente la decisión de obedecer.
¡Shalom!