Durante todo el análisis del libro de Gálatas, será imprescindible tener en mente varias cosas, si no queremos caer en errores de interpretación. Y pedir la ayuda del Espíritu Santo.

¿Quiénes eran los gálatas? Los gálatas eran de origen celta (sí, de los druidas, los antecedentes de halloween), que hacía mucho tiempo se asentaron en el Asia Menor. Así que eran de origen pagano, no eran judíos, ni de la diáspora ni observantes.

El tema central de la carta es ¿Qué se necesita para ser salvo? Nosotros fuimos testigos de esta controversia, cuando analizamos el libro de los Hechos ¿lo recuerdas? Fue la que provocó el Concilio de Jerusalén. En Hechos 14 vemos a Saulo y Bernabé recorriendo Galacia: Iconio, Listra, Derbe, Licaonia, Pisidia, Panfilia, Perge, Atalia, Antioquía… En todas estas ciudades había sinagogas, que era a donde Saulo de Tarso llegaba a predicar a Yeshúa. Muchos de ellos eran de la dispersión, como claramente lo dijo Pedro:

1 Pedro 1:1 escribió: 

Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia,

Eran israelitas que habían quedado dispersados después de los exilios del reino del norte a Asiria. Algunos habían olvidado sus raíces, y recién las recordaron al escuchar el mensaje:

Juan 10:27 escribió: 

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

Algunos miembros de las congregaciones eran de origen gentil, de las naciones, los conocidos como temerosos de Dios, que creyeron en la fe de Yeshúa:

Juan 10:16 escribió: 

También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.

En Antioquía se había conformado una congregación con todos estos hermanos…

Hechos 15:1 escribió: 

Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.

¿Lo recuerdas?

Hechos 15:2 escribió: 

Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión.

¿Cuál cuestión? Determinar si los creyentes NO JUDÍOS, es decir, los de origen pagano, y los israelitas de la dispersión, debían seguir los ritos de la circuncisión para ser salvos.

Este punto debe ser analizado antes de entrar al estudio de Gálatas, porque tanto el Concilio de Jerusalén, como la carta de Gálatas, han sido utilizados para fundamentar la eliminación de la Torá de Moisés.

Mañana recordaremos un poco en qué contexto dio el Eterno el mandamiento de la circuncisión física, y en qué contexto lo quitó.

¡Shalom!  

Es una tendencia del ser humano intentar entender y encontrarle alguna explicación lógica a cada mandamiento del Eterno. Por eso se ha llegado a la conclusión de que Él ordenó la circuncisión como una medida preventiva de salud e higiene personal. Pero la realidad es que eso no fue lo que dijo.

Génesis 17:10‭-‬11 escribió: 

Éste es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros.  Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros.

La circuncisión física era la señal del Pacto entre el Eterno y Abraham, y todo parece indicar que era un simbolismo, una sombra profética que, por lo visto, estaba destinada a ser sustituida:

Deuteronomio 10:16 escribió: 

Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz.

Y no lo dijo sólo esa vez:

Jeremías 4:4 escribió: 

Circuncidaos a Jehová, y quitad el prepucio de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalén; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien la apague, por la maldad de vuestras obras.

Los fariseos de hoy en día, igual que lo hicieron los del primer siglo, se han apropiado de la Torá, y se han convencido de que el Pacto del Eterno es exclusivamente con ellos. Pero eso es mentira, porque el Eterno le hizo una promesa a Abraham, que incluyó a toda la humanidad:

Génesis 12:3 escribió: 

Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

La inclusión de gente de las naciones al pueblo de Israel se ve en todo el relato bíblico, comenzando con Rahab la canaanita, Rut la moabita, y toda la multitud mezclada que salió de Egipto junto con Israel:

Éxodo 12:38 escribió: 

También subió con ellos grande multitud de toda clase de gentes, y ovejas, y muchísimo ganado.

Al salir de Egipto, el Eterno le dio Instrucción a Moisés de lo que debía hacer con los extranjeros que desearan obedecer la Torá y vivir entre ellos: debía circuncidar a los varones.

Éxodo 12:49 escribió: 

La misma ley será para el natural, y para el extranjero que habitare entre vosotros.

¡Esto es MUY IMPORTANTE! No se dejó a los extranjeros aparte, como un pueblo separado. No. Si querían ser incluidos en Israel, debían aceptar las condiciones del Pacto del Eterno.

Y así lo hicieron a partir de entonces. Sin embargo, el pueblo fue constantemente desobediente a los mandamientos, y terminaron en el exilio, del cual sólo volvió Judá, el reino del sur. Al volver, 70 años después (uno por cada Shabat que no dejaron reposar la tierra), comenzó paulatinamente a contaminarse la doctrina, tanto con paganismo babilónico, como con tradiciones de hombre. Años después, ya los rabinos habían inventado un proceso largo y complicado de conversión. Claro, el proceso incluía la circuncisión; pero no era lo único, y dicen que podía durar hasta un año. Pero en Éxodo está establecido por el Eterno que el hombre extranjero que desee ser parte de Israel, se circuncide y guarde Torá ¡es todo!

Hasta aquí ha quedado claro que la circuncisión no fue dada por razones de salud, ni higiénicas, sino como señal del Pacto, y que para ser parte de Israel sólo se necesitaba ser circuncidado, y obedecer la Torá. También se ha inferido que, en realidad, la circuncisión era un simbolismo de que se debía cortar del corazón lo que estorba para el servicio al Eterno.

Bueno, espero que haya sido bien explícita, porque mañana recordaremos cómo fue que el Eterno quitó el mandamiento de la circuncisión física.

¡Shalom!

Bien, ayer vimos que la circuncisión fue ordenada como señal del Pacto entre el Eterno y su pueblo. Aunque para muchos médicos es una operación muy necesaria, casi imprescindible, por motivos de prevención de enfermedades y de higiene, el hecho es que el Eterno no dio estas razones para hacerlo. Y el hecho es que en el siglo I la removió como requisito para entrar en Israel. ¿Cómo lo hizo?

Una vez que Yeshúa fue levantado hacia los lugares celestiales, los apóstoles y los discípulos esperaron la venida del Aliento de Santidad, la Presencia Divina prometida; y eso sucedió durante la fiesta de Shavuot, estando en el templo. Ese día, la Presencia Divina descendió sobre todos ellos, “circuncidando” su corazón. Claro, todos ellos ya eran circuncidados físicamente, pues todos eran hebreos. Ahí no hubo ningún alboroto con ningún gentil, porque ahí en ese momento no había gentiles; era una fiesta de Israel. Tan es así, que cuando Pedro inicia su discurso, dice “Varones israelitas”.

Por cierto, este dato registrado en el libro histórico de los Hechos, desmiente la falsa premisa cristiana de que la iglesia gentil apostólica nació ahí. Es risible, hasta cierto punto, creer esto, pues ahí no había gentiles. Echa por tierra, también, la falsa premisa de que todos los judíos rechazaron a Yeshúa. ¿Cuál todos?

Hechos 2:41 escribió: 

Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.

¿Cómo sabemos que de esos TRES MIL, ninguno era gentil? Muy fácil. Porque, en ese mismo libro de los Hechos, se relata el momento en que el primer gentil fue añadido a Israel, y eso sucedió más de 10 años después del regreso de Yeshúa al cielo, lo cual levantó gran revuelo. Es decir, por más de 10 años, el grupo de creyentes en Yeshúa estuvo conformado sólo por Hebreos. Cero gentiles.

Luego el Eterno le manda a Pedro una visión, al mismo tiempo que le manda otra visión a un gentil llamado Cornelio. La visión de Pedro fue un lienzo con todo tipo de animales prohibidos para el consumo humano. Esto sucedió tres veces, y cuando algo sucede tres veces, es que el Eterno está hablando muy en serio. Obviamente Pedro no entendió la visión como un permiso para comer de todo. No bajó de la azotea feliz de ahora poder comer aquel  cerdito ???? tan apetitoso que vio en el mercado. No, Pedro quedó confuso, dice el relato, sin poder entender la explicación de la visión.

En la visión de Cornelio, el gentil, el Eterno le da Instrucción para que mande traer a Pedro. Cornelio no era cualquier gentil. No. Aunque Cornelio no era judío, es decir, no era semita, sí era

Hechos 10:2 escribió: 

piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre.

Pero había un pequeño problema.

Hechos 10:28a escribió: 

Y les dijo (Pedro): Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero…

El problema era la errónea interpretación que los rabinos hicieron de la advertencia del Eterno de no mezclarse con los paganos, para no contaminarse de sus prácticas idolátricas abominables. No supieron ser Luz a las naciones, no supieron cómo permanecer santos, sin dejar de ser misericordiosos. (¿Recuerdas la parábola del Buen Samaritano? Está en Lucas 10.)  Pero Pedro, recordando la visión, agregó

Hechos 10:28b escribió: 

… pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo;

Aunque Cornelio era temeroso del Eterno, era todavía esclavo de la ley del pecado y de la muerte. Debía ser liberado de Egipto, es decir, reconocer a Yeshúa como el Mesías, cuyo sacrificio pagó la multa por el pecado, y cuya sangre ratificó el Nuevo Pacto. No, Cornelio no era cualquier gentil.

Hechos 10:34‭-‬35 escribió: 

Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas,  sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.

¿De quién se agrada el Eterno? De quien le teme, y quiere hacer Su Voluntad. Cuando dice Pedro que el Eterno no hace acepción de personas, no quiere decir que ama por igual al pecador que DESEA DEJAR de pecar, que al desobediente, rebelde y obstinado, que por más que se le advierte, no quiere ser disciplinado.

Juan 9:31 escribió: 

Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye.

Entonces Pedro comenzó a compartirles el Evangelio de Yeshúa, y:

Hechos 10:44‭-‬46 escribió: 

Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.

¡Los judíos creyentes en Yeshúa quedaron en SHOCK! ¡Aquellos gentiles no eran circuncidados, no habían pasado por el rito rabínico de la conversión, y ya estaban siendo injertados en Israel! Ésta fue la primera vez que algún gentil recibía la Presencia Divina, y lo único que le quedó a Pedro fue rendirse a la evidencia, y disponer la purificación de los nuevos creyentes.

¡Shalom!  

No hay casualidades en el Eterno. Ayer me encontré con una persona muy convencida de que el día de Shavuot había gentiles recibiendo a Jesús como su Salvador personal, y con ellos había nacido la iglesia gentil cristiana apostólica.
Él siguió convencido, rechazando el hecho de que la Torá de Moisés prohibía a los gentiles celebrar fiestas judías, y que además, no se vio ningún revuelo producido por el hecho de que, ese día, algún gentil fuera recibido en Israel. De haber pasado eso, el Concilio de Jerusalén hubiera sido ese día, y no 15 años después.

Porque el revuelo que causó el primer gentil en convertirse a Yeshúa, Cornelio, quedó registrado en Hechos 10, y esa inclusión de gentiles a Israel fue lo que ocasionó que se convocara al Concilio de Jerusalén.

El problema es la ignorancia. Esta persona de la que hablo, es ignorante de la historia del exilio de los dos reinos, del por qué se acuñó el término judío, y por lo tanto es ignorante del por qué Pedro, en vez de un saludo general a hebreos y gentiles, se dirige en su discurso a “Varones judíos” y “Varones israelitas”. Simplemente desestima esa información, por considerarla del pasado, y del anterior pueblo del Eterno.

Esta avalancha de gentiles creyendo en Yeshúa, y recibiendo el Espíritu Santo, provocó reacciones entre los judíos creyentes en Yeshúa.

Hechos 15:1 escribió: 

Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos

.Recordemos que el rito al que ellos se referían era el rito rabínico, ese proceso largo de conversión inventado por los rabinos, que incluía la circuncisión y otros requisitos más. ¡Pero la evidencia era contundente! El hecho innegable era que el Eterno estaba agregando a su pueblo a gente de las naciones, haciendo tabernáculo en ellos SIN estar circuncidados.

Por eso se convocó el Concilio de Jerusalén. Es mentira que el Concilio fue para debatir toda la Torá ¡por favor! La Escritura es MUY clara al respecto. El tema era: “Los gentiles ¿deben circuncidarse o no, para ser aceptados como parte del pueblo de Israel?”

Es increíble la necedad del ser humano ¡el Eterno les estaba contestando la pregunta, en el mismo instante en que su Presencia Divina llegaba a un nuevo creyente de las naciones! Era evidente que Él mismo les estaba practicando la circuncisión, pero no física, sino la del corazón, la que siempre quiso. Porque eso fue profetizado cuando el Eterno anunció el Nuevo Pacto:

Jeremías 31:33 escribió: 

Pero éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi Torá en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.

Por tanto, cuando entramos en Pacto con el Eterno, Él escribe su Torá en nuestro corazón con su mismo dedo ¡igual que lo hizo en las tablas de piedra en el Sinaí!

Éxodo 31:18 escribió: 

Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios.

Cuando entramos en Pacto con Él, por medio de Yeshúa su Hijo, su Presencia Divina entra a habitar DENTRO de nosotro; y Su Santidad no puede convivir con suciedad, corrupción, o podredumbre. Inmediatamente Él ejecuta una circuncisión en nuestro corazón.

Eso fue lo que pasó con los de origen gentil, y con los subsecuentes creyentes, pues en el Concilio de Jerusalén, se determinó aceptar la Voluntad del Eterno.

Ahora la señal que identifica a Israel, el verdadero pueblo del Eterno, es Su Shabat:

Ezequiel 20:20 escribió: 

y santificad mis días de reposo, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová vuestro Dios.

No fue el único cambio que tuvo el Nuevo Pacto. Recordemos todo lo que corroboramos en el reciente análisis de Hebreos, cómo es que también cambió la forma de acercarse al Eterno, ya no por ofrendas ni sacrificios de animales, sino a través de Yeshúa el Mesías.

Este debate que tuvimos ayer con esta persona adoctrinada en la interpretación filosófica de los padres de la iglesia de Roma, es el mismo debate que ocasionó el Concilio de Jerusalén, y fue por el mismo motivo: desconocimiento de la Escritura, ignorancia de las profecías, resistencia a aceptar las verdades bíblicas, torciéndolas para ajustarlas a las tradiciones de hombre. Ese debate hoy es para eliminar todo lo judío. Hace dos mil años era para imponer las tradiciones judías.

Ese debate fue lo que ocasionó la carta a los gálatas. Mañana comenzaremos a analizarla detenidamente, con la guía del Aliento de Santidad (el Ruaj Ha Kodesh).

¡Shalom!

Cada día hay experiencias nuevas… de todas se aprende.

Bien, ayer por fin se desglosó el motivo de la carta de Gálatas, que es ¿se necesita circuncisión o no, para ser salvo? Después del Concilio de Jerusalén, los apóstoles lucharon a brazo partido contra los judaizantes, y contra la inclinación de los de origen gentil a someterse a los creyentes de origen judío, por considerarlos más preparados, y dueños de la Torá.

Esto ocurría una y otra vez. Apenas un apóstol dejaba una congregación para ir a otra, en ésta entraban gentes con ideas contaminadas, ya sea judaizantes o del gnosticismo.

Gálatas 1:1 escribió: 

Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos),

Lo primero para Saulo era presentar sus credenciales, pues aún hoy se le etiqueta de falso apóstol, porque no caminó con Yeshúa, lo cual fue un requisito cuando eligieron al apóstol que sustituiría a Judas Iscariote.

Gálatas 1:2 escribió: 

y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia:

Recordemos que Galacia no era una ciudad, sino una provincia conformada por diferentes ciudades: Licaonia, Iconio, Listra, Derbe y Antioquia de Pisidia. Esta carta se escribió unos 5 ó 6 años después del Concilio de Jerusalén.

Gálatas 1:3‭-‬5 escribió: 

Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Luego luego directo al tema, Saulo también presenta a Yeshúa como el corbán que nos acercó al Eterno.

Gálatas 1:6 escribió: 

Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un Evangelio diferente.

¡Está maravillado, por no decir atónito, pasmado, en shock! En Galacia, años atrás, ellos fueron objeto de la gracia del Eterno, al ser recibidos en Israel SIN necesidad de pasar, ni por la Torá de Moisés, ni por el ritual de iniciación inventado por los rabinos. Los gálatas fueron testigos de primera mano de la forma en que el Eterno manifestó hasta qué punto el sacrificio de Yeshúa era extensivo a los de origen gentil, a los de las naciones, al grado de quitar una Instrucción dada por Él mismo. Justo en Hechos 14 vemos a Saulo en Antioquía, relatando lo que el Espíritu Santo estaba haciendo:

Hechos 14:27 escribió: 

Y habiendo llegado, y reunido a la iglesia, refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles.

Allí fue donde llegaron aquellos judaizantes:

Hechos 15:1 escribió: 

Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.

Luego de discutir airadamente, tuvieron que acudir a Jerusalén, a ventilar el tema con los otros apóstoles, y allí todos se enteraron de que Pedro fue el primero en ser testigo de la conversión e inclusión a Israel, de un gentil llamado Cornelio.
 
En menos de una década después, los gálatas ya estaban de nuevo judaizando, olvidando lo que se les había enseñado, y hasta su propia  experiencia.

Gálatas 1:7‭-‬8 escribió: 

No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el Evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro Evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.

De pronto me sorprendió el uso de Saulo de esta palabrita ANATEMA, pues no es un término hebreo. En el contexto que lo usó, literalmente quiso decir que aquel que llegara a predicar algo que NO está escrito, algo que NO fue ordenado, algo que contradiga la resolución del Espíritu Santo ¡sea amputado de Israel! ¡Que sea excluido para siempre! Palabras fuertes ¿no?

Hasta ese momento, las congregaciones de creyentes sólo disponían de las Escrituras hebreas, y de la enseñanza oral que se les impartía acerca de Yeshúa, las profecías que lo habían anunciado, su naturaleza, su misión, y el alcance de su sacrificio. Y aún estas enseñanzas debían estar totalmente en concordancia con la Escritura Hebrea, y con el resolutivo del único Concilio legítimo que se había efectuado pocos años atrás, y que resultó ser el único válido, pues los posteriores, siglos después, ya fueron bajo el dominio de los padres filosóficos de la iglesia de Roma, enfocados en sincretizar la fe de Yeshúa con las tradiciones paganas.

En el época de esta carta, no existía ningún Nuevo Testamento.

Gálatas 1:9 escribió: 

Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente Evangelio del que habéis recibido, sea anatema.

Por lo visto, esta puntualización fue debido a que no era la primera vez que se les tenía que llamar la atención a estos creyentes. El tono de Saulo ya se siente con impaciencia.

Gálatas 1:10 escribió: 

Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.

Saulo se prepara a contrarrestar la influencia de quien predicaba falsa doctrina, enfatizando la legitimidad de la enseñanza que hasta ese momento ha impartido.

Gálatas 1:11‭-‬12 escribió: 

Mas os hago saber, hermanos, que el Evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.

Saulo comenzó a recordarles a los gálatas el poder tan grande del sacrificio de Yeshúa, al grado de haber cambiado el corazón, los impulsos y las intenciones de un asesino de creyentes, agresivo y violento, para convertirlo en uno de sus emisarios, que no se defendía a golpes (como antes) ni cuando era apedreado. Y que además, predicaba con denuedo Su Palabra, sin importarle los riesgos, ni tratando de ser popular.

Mañana seguiremos paso a paso el testimonio de Saulo.

¡Shalom!:adios:

Comenzaremos a seguir a Saulo en esta recapitulación de su testimonio.

Gálatas 1:13 escribió: 

Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba;

Aquí se refiere al grupo de creyentes en Yeshúa. Recordemos que los primeros creyentes, los primeros 10 años, fueron sólo israelitas observantes de la Torá. Cero gentiles.

Gálatas 1:14 escribió: 

y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres.

Vuelve a repetir la palabra judaísmo, pero ahora ya aclara a qué se refiere. NO a la Torá de Moisés, NO a la Torá escrita, sino a las “tradiciones de sus padres”. Esto es la ley oral, los cercos a los mandamientos del Eterno, las invenciones de los intérpretes fariseos.

Filipenses 3:8 escribió: 

Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo

,¡Cómo alguien puede considerar BASURA la Instrucción del Eterno! El primero registro que tenemos de que alguien la quiso tomar como basura, fue del satán, en el jardín del edén.

Génesis 3:1 escribió: 

Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?

Lamentablemente, yo recuerdo que a mí me enseñaban a rechazar la Torá, la mal interpretada llamada Ley, diciéndome que hasta el mismo Pablo la había desechado como basura, que porque era de los judíos. ¡El colmo de la ignorancia! Pero el satán ni siquiera tuvo que cambiar su estrategia. Igual que lo hizo con Eva, sólo tuvo que RETORCER UN POQUITO la Escritura, desviar una milésima de grado el enfoque de la Torá, y dos mil años después, encontramos la doctrina de la cristiandad plagada de paganismo.

Recordemos, el judaísmo NO es la doctrina ni la fe de Yeshúa. El judaísmo es el montón de mandamientos inventados por el hombre, resultado de la mala interpretación de la Torá del Eterno. Esa tradición oral, a finales del primer siglo fue preservada por escrito en el Talmud.

Mantengamos eso en mente, mientras seguimos con el relato de Saulo.

Gálatas 1:15‭-‬17 escribió: 

Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre, ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco.

Todo parece indicar que Saulo de Tarso fue instruido directamente por Yeshúa por medio de visiones, como la que tuvo en el camino a Damasco.

Gálatas 1:18‭-‬19 escribió: 

Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días; pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor.

Así que Saulo estuvo quince días intercambiando información y experiencia con Pedro y con Jacobo. Qué maravillosa es la unión en el Espíritu. Pensemos en estos tres hombres, tan diferentes entre sí, escritores de la mayoría de las epístolas que ahora nos ayudan a entender el Antiguo Testamento; y que ninguna se contradiga, sino que todas se complementan entre sí. Estos varones se deben haber pasado de rodillas pidiendo, no sólo revelación, sino fuerzas para perdonar cada incidente molesto, los desacuerdos, los enfrentamientos que hubo entre ellos, lo que los lastimó, los ofendió, etc. Y también para pedir perdón, para reconocer en voz alta que algo hicimos mal (lo cual resulta más difícil que perdonar). Y su fe dio maravillosos frutos. Seguramente recibirán un gran galardón en el tiempo final.

Aprendamos de ellos, y busquemos la guía del Aliento de Santidad, para seguir aprendiendo cómo practicar la justicia del Eterno.

¡Shalom!  

Vamos a continuar con el testimonio de Saulo de Tarso.
 

Gálatas 1:20 escribió: 

En esto que os escribo, he aquí delante de Dios que no miento.

Qué difícil decir esto, y que le crean. Sólo una vida esforzada en obedecer a la Verdad, puede darle fuerza y credibilidad a una palabra como ésta.

Gálatas 1:21‭-‬24 escribió: 

Después fui a las regiones de Siria y de Cilicia, y no era conocido de vista a las iglesias de Judea, que eran en Cristo; solamente oían decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba. Y glorificaban a Dios en mí.

Saulo no fue dirigido por el Eterno a la primera fase de la predicación del Evangelio, sino que lo llevó directo a la segunda y tercera fases:

Hechos 1:8 escribió: 

pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Está claro cuándo recibió el Espíritu Santo este hombre: fue en el camino a Damasco, cuando quedó ciego, y un creyente en Yeshúa fue a devolverle la vista. Jerusalén y Judea era la primera fase, las ovejas de la casa de Judá; la segunda fase era Samaria, las ovejas de la casa de Israel (las 10 tribus del reino del norte); tercera fase, lo último de la tierra, los provenientes de las naciones, los llamados gentiles (goyim, fuera de pacto, en hebreo).

Por eso Saulo siempre llegaba primero a la sinagoga; ahí podían escucharlo los oyentes de las tres fases: judíos de linaje (primeras bancas), judíos prosélitos (bancas del fondo) y advenedizos (prosélitos de la puerta).

Gálatas 2:1‭-‬2 escribió: 

Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también conmigo a Tito. Pero subí según una revelación, y para no correr o haber corrido en vano, expuse en privado a los que tenían cierta reputación el Evangelio que predico entre los gentiles.

Saulo refiere cuando fue a encontrarse con los apóstoles, debido a la controversia sobre ¿Qué se necesita para ser salvo? Seguramente Saulo llegó a hablar en privado con Pedro y Jacobo, a los que ya conocía. Saulo traía una bomba, y no la hizo pública, hasta hablar en privado primero con los de “cierta reputación”, es decir, los reconocidos apóstoles que caminaron con Yeshúa. Me puedo imaginar la conversación, cuando Saulo en voz baja les dijo: “¿Qué creen? Allá en las regiones del Asia Menor, he visto gentiles creyendo en Yeshúa, y recibiendo el Espíritu Santo.” Y puedo ver a Pedro pegando un salto: “¡Aquí también está sucediendo!” Y el revuelo que causó cuando hablaron con los demás apóstoles, y fue cuando vieron la necesidad de reunirse para discernir entre todos qué estaba pasando.

Sí, el conocido Concilio de Jerusalén, al cual Saulo acudió, no sólo con Bernabé, sino también con el griego Tito.

Gálatas 2:3‭-‬5 escribió: 

Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a circuncidarse; y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud, a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del Evangelio permaneciese con vosotros.

¿Por qué no obligaron a Tito a circuncidarse? Justo por la revelación que recibió Saulo, al ver descender la Presencia Divina sobre los que creían en Yeshúa, y que eran NO hebreos, NO judíos, sino de las naciones, goyim, gentiles, SIN circuncisión física. Durante el desarrollo del Concilio, se puso de manifiesto que esa revelación no fue privativa de Saulo de Tarso, sino que el Eterno también se reveló a otros apóstoles, entre ellos Pedro.

Estamos hablando de mediados del siglo uno, es decir, cerca de 20 años después de Yeshúa. O sea, por cerca de dos décadas, las congregaciones de creyentes estaban formadas SÓLO por hebreos, israelitas, ningún gentil. Y esto podemos saberlo por lo que dijo Jacobo en el Concilio, una vez que calmó los ánimos:

Hechos 15:13‭-‬14 escribió: 

Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre.

¡POR PRIMERA VEZ EL ETERNO TOMÓ A LOS GENTILES! Repito, estamos hablando casi dos décadas después del famoso día de Pentecostés, cuando descendió la Presencia Divina en la fiesta de Shavuot. La tradición cristiana/católica basa su doctrina en que ese día nació la iglesia gentil apostólica, pero… ¿CON PUROS ISRAELITAS? Ahí lo dice claramente Jacobo: el Eterno visitó POR PRIMERA VEZ a los gentiles, cuando llevó a Pedro a encontrarse con Cornelio, y la única forma de convencerlo de que ese requerimiento venía de parte del Eterno, fue mostrándole previamente la visión de los animales inmundos.

Así que Saulo les está recordando a los gálatas que ellos mismos fueron testigos de la misma revelación, pues ni uno solo de ellos fue obligado por Saulo a circuncidarse. Y menos después del resolutivo del Concilio, donde ni aún a Tito, el griego que acompañaba a Saulo, lo circuncidaron.

¿No te parece esto muy revelador? Cómo desearía que un pastor cristiano, o un sacerdote católico, explicara si, aún después de ver esta evidencia, siguen insistiendo en que el día de Shavuot nació la iglesia GENTIL apostólica cristiana.

¡Shalom!

Saulo explicaba la forma en que el Señor lo llevó a la tercera fase de la predicación del Evangelio, haciendo alusión al cambio que el Eterno hizo en la forma de inclusión de extranjeros al pueblo de Israel.

Gálatas 2:6 escribió: 

Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas ), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron.

Me llama la atención este comentario: “lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa”, pues pareciera como que la gente estaba intentando desprestigiar a los apóstoles, recordándoles lo que eran en el pasado, antes de entregar su vida a Yeshúa. ¿No es muy moderno eso? ¿No es tan parecido a lo que ocurre hoy en día?

Gálatas 2:7 escribió: 

Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el Evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión.

Esta afirmación de Saulo de Tarso ha desviado por siglos el hecho de que fue a Pedro a quien se le presentó el primer gentil que se volvió a Israel, no a Saulo. El asunto es que al parecer Pedro permaneció mucho tiempo en Jerusalén, y Saulo viajó por casi todo el imperio, y de ahí fue que se le adjudicó el título de “Apóstol de los gentiles” y fundador de la iglesia gentil apostólica cristiana.

Gálatas 2:8‭-‬10 escribió: 

(pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles), y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión. Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer.

Hasta aquí, lo que Saulo esta diciendo es que, aunque él no caminó con Yeshúa en esta tierra, los demás apóstoles pudieron reconocer que efectivamente fue Yeshúa quien lo ungió, y aceptaron que era el mismo Eterno quien lo enviaba.

Ahora se pasa a otro evento que sucedió en una de las ciudades de Galacia. Recordemos, el tema de la carta es ¿Qué se necesita para ser salvo (o sea, para salir de Egipto?) Y los destinatarios son mayormente ex gentiles, gente proveniente de las naciones, incircuncisos físicamente.

Gálatas 2:11‭-‬12 escribió: 

Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión.

Ahora bien, hay que entender que el término gentiles ya no era aplicable a aquellos creyentes en Yeshúa, provenientes de las naciones, pues ellos ya no eran gentiles, ya que gentil significa extranjero, extraño, fuera de Pacto. Pero tal vez era más corto para los escritores sólo referirse a ellos como gentiles, para diferenciarlos de los de la circuncisión (del pueblo original), y sólo para ciertos fines. En este caso les está recordando a los gálatas que Saulo también tuvo que corregir a Pedro, por el mismo motivo.

Gálatas 2:13 escribió: 

Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos.

El término judío, recordemos que era el gentilicio usado para Israel, desde dos siglos atrás, y que en realidad se aplicaba a todo israelita (de las 12 tribus) observante de la Torá. Este término fue usado varias veces por los escritores de las cartas, sobre todo por Saulo, para diferenciar a los de la circuncisión de los incircuncisos.

Gálatas 2:14 escribió: 

Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del Evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?

Delante de todos ¿eh? ¿Qué tal? ¿Y el mesurado Saulo no vino?

El hecho de que haya tenido esta reacción tan directa con Pedro, y aparentemente en desobediencia a la Instrucción, pone en evidencia que ya había habido, de parte de Saulo, llamadas de atención en privado hacia Pedro, y éste siguió cometiendo esa falla. Porque haberlo confrontado en público, así sin anestesia ni nada, parece un poco inapropiado ¿no?

Ahora ¿Qué es judaizar? Desde que he vuelto a la Torá, algunas personas me han acusado de judaizante. Éste es un término que han sacado de las epístolas del Nuevo Testamento, y en su ignorancia, no saben aplicarlo bien. Pues aquí Saulo no lo está usando para decirle a Pedro nada acerca de la observancia a la Torá del Eterno.
Vamos a detenernos un poco mañana a analizar exactamente cuál era la relevancia de lo hacía Pedro, cuál era el mensaje que enviaba, y de qué lo acusaba Saulo. Y así aprenderemos QUÉ ES JUDAIZAR.

¡Shalom!

Ayer se nos presentó el término JUDAIZAR, con el cual etiquetan hoy a cualquiera que regresa a la Torá, las raíces hebreas de la fe. Sin embargo, el sentido en que lo usó Saulo de Tarso fue totalmente opuesto al de la actualidad. Revisemos un poco la historia.

La palabra Torá significa literalmente “darle al blanco correcto”, y quiere decir INSTRUCCIÓN. O sea que la Torá (mal traducida LEY), es prácticamente un MANUAL, un INSTRUCTIVO, una GUÍA de uso redactada por el Fabricante, y entregada a su creación para que la siga.

Esta Torá (Instructivo) tuvo que existir desde que fueron creados los cielos y la tierra, y todo lo que en ella hay. Cada cosa en la creación tiene su Instrucción: las estrellas brillan, el sol y la luna aparecen y desaparecen, porque la tierra gira, el perro ladra, el gato maúlla, el alacrán pica, las mamás animales les enseñan a sus crías a volar, o a cazar, o a caminar, etc. Todo es Torá, es decir Instrucción.

Cuando Dios creó a Adán y a Eva, también les dio Instrucción; sobre cómo interactuar entre ellos, con los animales, y con el resto del jardín. Cada punto del Instructivo se llama mandamiento, y cuando Adán y Eva desobedecieron UNO, el Eterno los expulsó del paraíso.

Como ahora ya no vivirían apartados en el jardín, sino en el mundo, expuestos a todos los peligros, en un ambiente muy diferente al del jardín, Dios les tuvo que agregar mandamientos a su Torá.

Hasta ahí, Adán y Eva NO ERAN JUDÍOS ¿verdad? Entonces no se les podía llamar JUDAIZANTES si se esforzaban en obedecer la Torá ¿cierto? Porque en realidad la Torá no era de ellos… ¿de quién es la Torá? ¡Es del Creador, del fabricante!

Cuando Caín mató a Abel, no hay registro de que previamente existiera un mandamiento en la Torá que dijera NO MATARÁS. Más sin embargo, es evidente que existía, y que Caín lo conocía, y lo desobedeció, puesto que Dios le aplicó un severo castigo por desobedecer. Pero Abel, que sí fue obediente a la Torá, no se le puede decir JUDAIZANTE ¿verdad? No había judíos todavía que reclamaran la propiedad de la Torá.

Cuando Dios vio la maldad de la tierra, y decidió arrasar con todo, preservó la vida de Noé y su familia, por la obediencia de Noé a la Torá del Creador. Tampoco aparecen ahí mandamientos específicos, pero es evidente que los había, puesto que Dios halló obediente a Noé a esos mandamientos de la Torá.

De ahí seguimos con Abraham, isaac, Jacob, Moisés… todos obedientes a la Torá, pero ninguno JUDAIZANTE. ¿Por qué? Uno, porque no había judíos aún hasta ese punto. Y dos, la Torá NO ES DE LOS JUDÍOS, la Torá es del Creador, del Fabricante, es el Manual, el Instructivo para que su creación funcione de acuerdo a los propósitos de Quien la creó.
Llegamos al Monte Sinaí, donde se volvió a dar la Torá, ahora POR ESCRITO, donde el mismísimo Eterno escribió los mandamientos DE SU PUÑO Y LETRA. El Creador dando Instrucciones a su creación. ¿Y quiénes estaban ahí frente al Monte? Estaban las 12 tribus de Israel, y la multitud de gentiles, extranjeros que se les habían pegado a la salida de Egipto.

Luego, el Creador castigó a las 12 tribus por desobedecer Su Torá, haciéndolos deambular por el desierto durante 40 años, hasta que aprendieron a obedecer la Torá. Tampoco entonces se les podía llamar JUDAIZANTES, porque Judá era sólo una de las 12 tribus.

Una vez que el reino que David estableció, es dividido en dos; los dos comienzan a desobedecer la Torá, y el Creador los expulsa de la tierra: el del sur a Babilonia (conformado por Judá, Benjamín, y una parte de Leví), y el del norte a Asiria (conformado por las otras 10 tribus).

Los del Reino del norte quedaron esparcidos, y los pocos que volvieron a Samaria, ya venían muy mezclados y más paganizados. Este reino es mencionado en la Biblia como Efraín, Israel o Samaria.

Los del reino del sur (mencionado en la Biblia como Judá, o Jerusalén) volvieron después de 70 años (el Creador tenía planes de hacer nacer al Mesías en la tribu de Judá), y comenzaron frenéticamente a esforzarse en obedecer la Torá, todos traumados del espantoso exilio que sufrieron, y decididos a no volver a ser merecedores de tal castigo. Aquí sucedieron dos cosas básicas para poder entender por qué Saulo de Tarso acusó de JUDAIZANTES a algunos hermanos de las congregaciones.

Cuando volvió del exilio el reino del sur, al que se le conoció desde siglos antes como Judá, se comenzó a usar el término JUDÍO para referirse a todo el pueblo de Israel, las 12 tribus. Porque Judá fue el único que regresó, no así Efraín, que quedó disperso.

Lo segundo que sucedió fue que los líderes religiosos (fariseos y saduceos) comenzaron a agregarles cercos a los mandamientos de la Torá, tantos así, que llegaron incluso a establecer mandamientos propios, que contradecían los mismos mandamientos de la Torá; llegaron a considerar más valiosos y obligatorios sus propios mandamientos, que los de la Torá.

Esto lo podemos constatar en varios ejemplos del Nuevo Testamento, lo cual veremos mañana.

¡Shalom!

Hay personas que dicen que el Mesías llamó LEGALISTAS a los fariseos. El significado de LEGALISTA es: “Que se preocupa excesivamente por la aplicación literal de las leyes.” Recuerdo que eso aprendí yo también en la iglesia cristiana, que los fariseos eran extremistas en el cumplimiento de la Torá (mal conocida como Ley). Pero esto es falso, si buscas la palabra LEGALISTA en la Biblia ¡no la vas a hallar! Porque en realidad, lo que Yeshúa les dijo a los fariseos fue HIPÓCRITAS, y eso significa: “Que finge una cualidad, sentimiento, virtud u opinión que no tiene.”

Esta evidencia nos apunta directamente a que los fariseos PRETENDÍAN ser muy observantes de la Torá, muy exigentes, muy celosos. Pero Yeshúa, que sí conoce muy bien la Torá (¡Él ES la Torá!), sabía que lo que ellos en realidad obedecían eran sus propios mandamientos, los que ellos habían estado agregando por décadas.

Por eso:

Marcos 7:9 escribió: 

Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.

Por eso los líderes religiosos lo odiaban, lo rechazaron, lo persiguieron, y lo mataron. De ahí que Juan expresara:

(Juan 1:11 escribió: 

A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.

OJO: Ahí dice A LO SUYO, no A LOS SUYOS. Porque este texto también se usa en la doctrina cristiana para decir “¿Ya ves? Vino a los suyos, a los judíos, y ellos no lo recibieron.” Ruego al Padre que a estas alturas ya te hayas dado cuenta, en el libro de los Hechos, de que es MENTIRA eso de que los judíos no lo recibieron, pues ahí Lucas dejó el registro de los miles de judíos que creyeron en Yeshúa.

Cuando los escribas y fariseos vieron a los discípulos comenzar a comer sin haber seguido el ritual del lavamiento de las manos,

Marcos 7:5 escribió: 

Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas?

Observa que ahí NO dice “conforme a la Ley”, sino “conforme a la tradición de los ancianos”. Y he aquí la explicación de su molestia:

Marcos 7:3 escribió: 

Porque los fariseos y todos los judíos, AFERRÁNDOSE A LA TRADICIÓN DE LOS ANCIANOS, si muchas veces no se lavan las manos, no comen.

Entonces Yeshúa les respondió fuertemente a los líderes religiosos (los que se suponía que debían enseñar la Torá correctamente):

Marcos 7:9 escribió: 

Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.

Y en esto tomó una porción de los profetas que señalaban el pecado del pueblo de Israel:

Isaías 29:13 escribió: 

Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;

En ese mismo momento, Yeshúa les recordó cómo enseñaban al pueblo a no cumplir el mandamiento de honrar a los padres, permitiendo que los hijos mejor dieran el dinero al templo, en vez de ayudarlos.

Otro ejemplo es la misión que el Eterno le encomendó a Pedro, de visitar la casa de Cornelio. Si el Señor le hubiera enviado a aquellos soldados romanos, sin antes haberle enviado la visión, Pedro simplemente se hubiera rehusado, porque la tradición de los ancianos les prohibía terminantemente entrar a casa de gentiles.

Si tú buscas en la Torá, no encontrarás ningún mandamiento de lavamiento de manos, de dispensa de dar el dinero al templo en vez de ayudar a los padres, o de prohibición de visitar casa de gentiles. Esos eran los CERCOS que los intérpretes habían puesto alrededor de los mandamientos de la Instrucción, y que incluso llegaron a tener más valor que los mismos mandamientos. Ahora cobra más sentido lo que dijo Yeshúa ¿verdad?

Marcos 7:8a escribió: 

Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres:

¡Estos no eran los únicos CERCOS! ¡Había muchos más! Como por ejemplo el ritual de conversión a Israel, el cual complicaron tanto, haciéndolo durar hasta un año, que muchos temerosos de Dios preferían quedarse escuchando la Torá desde la puerta de la sinagoga… los que eran conocidos como “prosélitos de la puerta.”

Saulo de Tarso, una vez que se convirtió a la fe de Yeshúa, conocía muy bien la diferencia entre Torá y tradiciones de hombre:

Gálatas 1:14 escribió: 

y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres.

Aquí finalmente está el meollo del asunto, en la palabra JUDAÍSMO. Mañana terminaremos con este pequeño gran paréntesis indispensable para poder entender la carta que Saulo dirigió a las congregaciones de Galacia.

¡Shalom!

¿Qué es el JUDAÍSMO al que se refiere Saulo de Tarso? Para entender bien este término, debemos recordar que:
La TORÁ ES INSTRUCCIÓN, es la que dio el Eterno a su creación desde el principio, la que le dio al pueblo de Israel en el Sinaí POR ESCRITO, con quienes hizo Pacto, es la MAL LLAMADA LEY, que es espiritual buena, pura, santa, delicia, verdad, felicidad, gozo, camino, vida, salud, etc. A esa Torá se refieren los Salmos; y el salmista le dedicó todo un capítulo, el más largo de la Biblia, el 119.

Había otra Torá en el siglo I, la llamada ley oral, la tradición de los ancianos, de los sabios, de los padres, la que Yeshúa mencionó como tradiciones de hombres. Esta Torá oral NO la dictó el Eterno, NO forma parte de la Instrucción divina. Esta Torá son los mandamientos creados como cercos alrededor de cada mandamiento del Eterno. No los juzgo por inventarlos; fue aterradora la experiencia de ser sacados a rastras de sus casas, mujeres y niños inclusive, enfermos y ancianos, todos arrastrados por los soldados de Babilonia, masacrando el ejército israelita, encadenados y llevados como esclavos a una tierra extraña, dejando sus casas y su tierra, la que les había dado el mismo Dios, y que no habían sabido cuidar…

Bueno, el JUDAÍSMO del siglo I, si habláramos de porcentajes, estaría compuesto de un 20% de Torá del Eterno, y un 80% de mandamientos de hombre. Es decir, por cada mandamiento de la Torá, había ocho o más cercos, reglas, requisitos y limitaciones agregados por los intérpretes, y transmitidas en forma oral por los sabios de bendita memoria, desde aproximadamente 180 años antes de Yeshúa.

Este porcentaje calculado está en base a la importancia que le daban a la Torá oral, por sobre la Torá del Creador.
Por tanto, cuando Saulo de Tarso fue confrontado con Yeshúa en el camino a Damasco, y por los siguientes años que tuvo de retiro, el Señor le fue mostrando a este ex fariseo, cómo arrancar de su mente y de su corazón esa contaminación de ordenanzas de hombre, desprenderlos de la Torá divina, para dejarla como debe estar: pura, limpia, sin mancha, sin contaminación, sin mezclas.

¿Qué era JUDAIZANTE para Saulo de Tarso (que era un celoso observante de la Torá divina)? Pues era aquel creyente israelita de linaje, que quería imponer a los nuevos creyentes de las naciones, las tradiciones de los ancianos, junto con la Torá del Creador. Aquel creyente israelita de linaje, que se pavoneaba ante los creyentes de origen gentil, de que era del pueblo escogido por el Eterno, y que a ellos les había entregado la Torá el mismísimo Dios; era ese creyente israelita de linaje, que hacía sentir a los creyentes de las naciones, que eran unos arrimados, unos advenedizos, y que debían sentirse inferiores.

El JUDAIZANTE era un creyente en Yeshúa, de origen judío, que quería tener la fe de Yeshúa, pero sin dejar las tradiciones de los ancianos, la Torá oral, lo anti escritural, los mandamientos de hombres. Lo que después se convirtió en el Talmud. Y que también presionaba a los de origen gentil, amenazándolos de que, junto con el sacrificio de Yeshúa, era la forma de ser salvos.

Por eso fue la fuerte llamada de atención de Saulo:

Gálatas 2:14 escribió: 

Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del Evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?

¿Ahora ya quedó más claro este verso? Mañana continuaremos con la reprimenda de Saulo.

¡Shalom!

Seguimos analizando la regañada de Saulo, a ver qué nuevas pistas nos da. Esta siguiente porción es muy reveladora. Recordemos: el tema es ¿Qué se necesita para ser salvos? Y la regañada era en realidad para los gálatas, ex gentiles que nunca habían guardado Torá, y que se estaban dejando inducir por judíos creyentes para que JUDAIZARAN, es decir, los presionaban para que se circuncidaran y obedecieran otros mandamientos de la Torá, porque de no hacerlo, no serían salvos. Aquí está relatándoles que Pedro cometió el mismo error, de dejarse inducir por esos judaizantes, y que tampoco Pedro se salvó de la reprimenda.

Gálatas 2:15‭-‬16 escribió: 

Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.

Comencemos con la primera parte: “Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles” Fíjate en lo que dice, que los judíos se consideraban mejores que los gentiles, porque a ellos les habían dado la Torá. Esto no significa que Saulo, en la actualidad, pensara lo mismo. Sabemos que no, por el contenido de otras cartas.

Veamos la siguiente parte: “sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley” Aquí está una parte medular del problema de la errónea interpretación que dio origen a la doctrina cristiana.

El proceso para llegar al cielo, es similar al proceso que llevó al pueblo de Israel a Canaán: estaban en Egipto, esclavizados por el faraón; y yo estaba en el mundo esclavizada por el satán. Israel fue rescatado de Egipto GRATIS, y yo fui rescatada del mundo GRATIS. Eso es LA GRACIA. A esta parte del proceso se le llama JUSTIFICACIÓN, es decir, poder presentarnos ante el Eterno a través del sacrificio de Yeshúa. Punto. Es el principio del Camino hacia la vida eterna. ¡Porque ES UN CAMINO! Es decir, cuando acepté a Yeshúa como mi Salvador, comencé a caminar ese Camino, ¡no me quedé sentada en la estación!

Porque en ese caminar, muchas cosas pueden suceder, y debo estar alerta para no tropezar, no distraerme, no perderme. Hay infinidad de versos en el Nuevo Testamento que nos advierten que esta Salvación PUEDE PERDERSE, si no estamos alertas. Yeshúa mismo nos advirtió que sólo él que persevere será salvo.

Así que Saulo no está hablando de la observancia de la Torá para caminar el Camino. Está hablando de que guardar la Torá no me sirve para ENTRAR al Camino. Primero debo entrar al Camino, y eso es GRATIS. Y luego debo comenzar a caminar el Camino, y en eso ya se necesita la Instrucción, el Manual, el Mapa, la Torá.

Y de eso habla Saulo. Porque los judaizantes querían hacerles creer a los creyentes de origen gentil, que aquéllos eran más santos, que estaban más cerca de Dios porque Él les había dado la Torá; y que éstos, como gentiles, necesitaban guardar la Torá, si querían ser recibidos en el pueblo de Israel. Y con eso estaban menospreciando y nulificando el sacrificio de Yeshúa.

Punto importante para recordar: Lo primero es entrar al Camino, y eso es GRATIS, no es por ninguna obra de la Torá. El pueblo de Israel fue sacado de Egipto POR GRACIA.

¡Shalom!

Gálatas 2:17‭-‬18 escribió: 

Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera. Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago.

Saulo dice: “Si después de reconocer a Yeshúa como Salvador, sigo sintiéndome indigno, y siento que debo hacer cosas extras para salvarme ¿no hago al Eterno mentiroso? ¿No cometo pecado?”

Gálatas 2:19 escribió: 

Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios.

Saulo dice: “Según la Torá, es maldito el hombre que no obedece toda la Torá; debe morir. Cuando Yeshúa murió por mí, yo morí con Él, y ahora puedo vivir amando al Eterno, obedeciendo su Torá, sin tener encima la maldición de la Torá.” ¿De dónde saco yo esta interpretación? Porque Saulo dice “a fin de vivir para el Eterno”, y sólo se puede vivir para el Eterno AMÁNDOLO. ¿Y cómo se le ama?

Juan 14:15 escribió: 

Si me amáis, guardad mis mandamientos.

Recordemos que el Eterno es santo, y sólo en santidad se le puede servir; de otra manera, Él rechaza cualquier servicio contaminado o corrompido.

Gálatas 2:20 escribió: 

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

A ver, cuando Saulo dijo: “ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” ¿Será que es aceptable al Eterno que luego Saulo le rindiera culto en domingo, y profanara el Shabat? ¿Sabiendo que el Mesías tenía por costumbre santificar el Shabat? Si Yeshúa vivía en Saulo ¿aceptaría que Saulo se empacara de animales inmundos? ¡NO! Yeshúa no vino a ser torturado y a morir en una de las formas más horribles de morir que el hombre ha inventado, sólo para abolir la Instrucción de su Padre. Ni siquiera la Escritura apoya esta falsedad.

Juan 14:10 escribió: 

¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.

No, Saulo no se está refiriendo a dejar de obedecer la Torá. Saulo está diciendo que no debemos usar la Torá para intentar salvarnos, porque no fue diseñada para eso.

Gálatas 2:21 escribió: 

No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.

Saulo dice: “No desecho lo que el Eterno hizo por mí sin pedirme nada a cambio, la Salvación gratuita. No, porque si por cumplir la Torá me pudiera salvar ¿entonces para qué tuvo que venir el Mesías a morir por mí?”

La regañada de Saulo apenas está comenzando. Mañana continuaremos.

¡Shabat Shalom!

Estamos viendo la fuerte llamada de atención que Saulo de Tarso les dio a los gálatas, por andarse dejando convencer de que no eran salvos aún, si no obedecían la Torá con todo y la halajá (tradiciones de los padres, interpretaciones farisaicas). Los judíos judaizantes los hacían dudar de su Salvación.

Recordemos que Saulo de Tarso estaba en Galacia, años atrás, cuando estos judaizantes llegaron a querer imponer la circuncisión, a pesar de que claramente el Eterno estaba agregando a Su pueblo a aquellos temerosos de Dios, a aquellos provenientes de las naciones que querían entrar en Pacto con Él.

Hechos 15:2 escribió: 

Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión.

Entonces Saulo le sube el tono a la regañada:

Gálatas 3:1 escribió: 

¡Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado?

Y es que allí en Galacia se habían formado las primeras congregaciones, no por mayoría de judíos, sino por mayoría de israelitas de la dispersión, y por gente de origen gentil. Estos gálatas fueron testigos de la forma cómo Saulo defendió ese punto aquella vez, y ahora, en su ausencia, volvieron de nuevo a dejarse manipular.

Gálatas 3:2‭-‬5 escribió: 

Esto sólo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne? ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es que realmente fue en vano. Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?

Ellos primero escucharon, luego creyeron, recibieron el Espíritu Santo, y después comenzaron a aprender a seguir la Instrucción.

Recordemos también, que cuando Saulo dice:

Romanos 7:14 escribió: 

¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?” NO se está refiriendo a que guardar la Torá es estar en la carne ¿de acuerdo? Al contrario: “Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado.

Vamos a detenernos un poco aquí. Cuando Saulo dice que la Torá es espiritual, se refiere a que sólo él que ha recibido como un favor (por gracia) la Presencia Divina, o sea el Espíritu Santo, puede discernir la forma correcta de obedecer la Torá. Esto siempre es complicado para el creyente, porque aún sabiendo que fui salvada gratuitamente, debo estar siempre pendiente de no convertir mi obediencia en una simple lista de verificación. Esto puede provocar que yo sea fácilmente persuadida de ir agregando mandamientos a mi lista, y que incluso llegue a dudar de mi Salvación, si es que me equivoco o si fallo en alguno. Ahí es que estaría obedeciendo en forma carnal, y no de forma espiritual.

Aquellos gálatas, inducidos por los judaizantes, ya tenían su lista de chequeo, afanados por ganarse la Salvación. Estaban olvidando que la Instrucción del Eterno se obedece por agradecimiento, que nuestra obediencia es para ir limpiando nuestras vestiduras en el trayecto del Camino. Es para poder caminar ese Camino sin el miedo de ser desechada por alguna falla, olvido, o distracción. Guardar la Torá no me hace entrar al Camino; hace que no me salga del camino, es mi Mapa, es mi Guía. Pero sólo me sirve si YA ESTOY en el Camino.

Gálatas 3:6‭-‬7 escribió: 

Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia.  Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.

Abraham fue obediente toda su vida en el Eterno. Pero no fue obediente buscando estar en Pacto con el Eterno cada día, cada minuto, con una lista de mandamientos. NO. Abraham fue obediente porque YA ESTABA en Pacto con el Eterno. Abraham le creía a Dios, y por eso obedecía. No obedecía para ganarse el favor, sino porque le creía a Dios sus promesas.

Gálatas 3:8‭-‬9 escribió: 

Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones.  De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham.

¿Te fijas? Abraham no estaba aún circundado cuando el Eterno le dio esta promesa, cuando lo sacó de Ur de los caldeos, prometiendo una tierra para Abraham y su descendencia.

Mañana continuamos…

¡Shalom!  

Estamos en pleno análisis de la fuerte exhortación que Saulo está haciendo a los gálatas, la cual fue tomada como excusa para eliminar la Torá.

La palabra FE es la clave para la correcta interpretación de esta regañada de Saulo. Esta palabra FE ha sido interpretada desde finales del primer siglo, desde dos perspectivas: la hebrea y la grecorromana.

FE en el pensamiento grecorromano es algo abstracto, que tiene que ver con creer en algo que no existe, pero asegurarme en mi corazón que así es. Por eso es que se dice “Tú sólo cree en Jesús” es decir, que Jesús existe, y ya se es salvo. Para esta perspectiva grecorromana se ha usado este pasaje:

Hebreos 11:1 escribió: 

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Pero si FE fuera solamente CREER, en abstracto, ¿por qué Jacobo dijo...?

Santiago 2:19 escribió: 

Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.

¿Los demonios también tienen FE entonces?

Veamos la FE desde la perspectiva hebrea. La palabra hebrea para FE es el Strong #530, emunah, que significa “verdad, fidelidad, fe, firmeza.” Como puedes ver, la palabra hebrea tiene muchos más significados que sólo CREER. Veamos algunos pocos ejemplos de cómo está palabra fue usada por los antiguos.

Exodo 17:12 escribió: 

Cuando a Moisés se le cansaron los brazos, tomaron una piedra y se la pusieron debajo para que se sentara en ella; luego Aarón y Jur le sostuvieron los brazos, uno el izquierdo y otro el derecho, y así Moisés pudo mantenerlos firmes (emunah) hasta la puesta del sol.

Deuteronomio 32:4 escribió: 

Él es la Roca,  cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectos. Es un Dios de verdad (emunah) y no hay maldad en él;  es justo y recto.

2 Reyes 12:15 escribió: 

No se le pedía cuentas a los hombres en cuyas manos el dinero era entregado, para que ellos lo dieran a los que hacían la obra, porque ellos lo hacían fielmente (emunah).

1 Crónicas 9:22 escribió: 

Los escogidos como porteros fueron un total de doscientos doce. En sus aldeas se encuentran sus registros genealógicos. David y Samuel el vidente les asignaron sus funciones (emunah)

1 Crónicas 9:31 escribió: 

Matatías, uno de los levitas, primogénito de Salum, el coreíta, tenía a su cargo (emunah) las cosas que se hacían en sartén.

Como puedes ver, la palabra EMUNAH no es algo abstracto, sino algo muy concreto. Se usa para firmeza, fidelidad, verdad y responsabilidad. Y está claro que el concepto de FE en la interpretación de los padres filósofos de la iglesia de Roma del segundo siglo, estuvo influenciado NO por la Escritura hebrea, sino por las ideas de Platón, Sócrates y Aristóteles, y por el gnosticismo.

La palabra FE desde el punto de vista filosófico se aplica a TODO: fe en que podrás comprar un carro, fe en que tu hijo obtendrá el empleo, fe en que te sacarás la lotería, fe en que aquel familiar se va a aliviar. El gnosticismo fue infiltrado, desde el primer siglo, en las congregaciones de creyentes en Yeshúa, con la idea de que si deseaban algo muy fuertemente, lo obtendrían. Se basaban en la ley de la atracción, y en textos bíblicos sacados de contexto.

Por tanto, cuando Saulo dice:

Gálatas 3:9 escribió: 

De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham.

está refiriéndose a los que deciden ser FIELES al Eterno, obedecer con FIRMEZA a su Torá, creer que es VERDAD cuando dice:

Deuteronomio 30:11‭-‬14 escribió: 

Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos? Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos? Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.

y aceptan la RESPONSABILIDAD de ser seguidores de Yeshúa, bajo la guía de su Torá, su Instrucción, su Manual, con el mismo Mapa que guió a Abraham hacia la tierra que el Eterno le prometió.

Espero haya quedado claro que es un error tomar el libro de Gálatas para apoyar la eliminación de la Torá del Eterno. Espero que haya quedado claro que FE es mucho más que sólo sentir bonito, y desear con todas mis fuerzas algo, como haciéndole manita de cochi al Eterno para que me lo conceda. Espero que haya quedado claro que NO ES FE el decir “Todo estará bien, se va a aliviar, Dios es bueno, tú sólo ten fe.”

Espero que haya quedado claro que FE no es obediencia ciega, sino que es obedecer, acatar, ser fiel al Eterno, en inteligencia, sabiendo que es Verdad su Palabra.

Shalom