Ayer recibí sólo una sugerencia: analizar el libro de Hebreos.
Esto es todo un reto, pues para tal propósito se requiere desmenuzar la Ley de Moisés y los profetas, tal y como Yeshúa y los apóstoles lo hicieron siempre.
El objetivo es discernir en qué consiste exactamente el llamado Nuevo Pacto, el cual fue mencionado por Yeshúa en el último Pésaj que celebró con sus apóstoles, y que fue profetizado en Jeremías y Ezequiel (donde, por cierto, no estaba incluida la eliminación de la Torá, sino todo lo contrario).
También investigaremos si el Antiguo Pacto era un pacto defectuoso, y si es posible que Dios haga algo defectuoso… si no es así, entonces ¿en qué consistió el defecto del Nuevo Pacto? ¿Es lo mismo Torá que Ley? ¿Qué es exactamente estar bajo la gracia? ¿Será cierto que la gracia anula la Torá? ¿Es verdad que obedecer la Torá es caer de la gracia?
Éstas y más preguntas tendrán respuesta, con la ayuda del Espíritu Santo del Eterno. Y para esto es imprescindible tener siempre a la mano las premisas bíblicas que se desprendieron de los dichos de Yeshúa, y el análisis del relato de Lucas que acabamos de terminar.
- Yeshúa NO vino a eliminar la Torá, sino a darle lo que le hacía falta.
- Yeshúa dijo que la Torá no pasaría hasta que el cielo y la tierra pasaran (aún hay cielo y tierra).
- Yeshúa y los apóstoles guardaron siempre la Torá (Shabat, citas bíblicas, leyes alimentarias, y los demás mandamientos).
- Yeshúa y los apóstoles atacaron las tradiciones de hombre, los rituales y costumbres extra bíblicos, no a la Torá.
- Yeshúa y los apóstoles siempre predicaron el reino de Dios usando la Ley de Moisés, los profetas y los Salmos.
- Aún a poco tiempo de morir, Saulo siguió usando la Ley de Moisés y los profetas para predicar a Yeshúa (capítulo 28 de Hechos).
- Saulo siempre, en su defensa, siempre aseguró que guardaba la Torá, que NO predicaba contra ella.
Por todo el libro de los Hechos no se ve ninguna iglesia cristiana gentil apostólica, ni tampoco un mandamiento que anule el Shabat, ni menos un mandamiento que ordene santificar el domingo.
- LA BIBLIA NO SE CONTRADICE A SÍ MISMA.
Tal vez en el transcurso del análisis de Hebreos, debamos echar mano de otras premisas que se me hayan pasado. Pero es MUY importante que el análisis lo hagamos EN CONTEXTO con toda la Escritura. Es decir, si un versículo PARECE que contradice una premisa bíblica, por fuerza se le debe buscar, en la misma Escritura, la correcta interpretación que concuerde con la misma Escritura.
Este libro lleva como título A Los Hebreos, aunque no hay una certeza de que realmente haya sido dirigido exclusivamente para los hebreos. Tampoco hay seguridad de que fue Saulo quien lo escribió.
Al final del análisis, en base a lo que hayamos investigado y descubierto, podremos ser capaces de discernir cuál fue el propósito de este escrito. Comencemos…
Hebreos 1:1 escribió:
Nótese con lo que comienza el escritor, con una afirmación que denota “hasta el cansancio”, y no porque Dios se canse, sino como diciendo “Les he hablado suficientes veces, como para que que quede claro mi mensaje.”
¿Y por quién habló? Por medio de los profetas… ¿y por quién más?
Hebreos 1:2 escribió:
Por el Hijo… ¿y qué hay de Saulo, el que eliminó la Torá, el que cambió el Shabat por el domingo, el que dijo que ahora todo es gracia, y nada de Ley, el que fundó la iglesia cristiana gentil apostólica?
No, Saulo no entra en esta ecuación, y por una simple razón: porque Saulo lo único que hizo fue repetir lo dicho por el Hijo, por Yeshúa. Todas aquellas acusaciones son pura difamación.
Mañana veremos otro dato importante que se desprende de estos dos primeros versículos.
¡Shalom!