Hace algún tiempo, no recuerdo si fue en Facebook, vi una publicación que aludía a Enriqueta Favez, que fue la primera mujer en practicar la cirugía en América.

Su historia es más bien trágica, y la realidad está un tanto mezclada con la ficción.

Ella nació en Lausana, Suiza (por cierto, allí está viviendo mi hijo mayor, que es misionero cristiano), en el año de 1791. Siendo aún adolescente se apresuraron a casarla, según dicen, porque no era muy inclinada a los asuntos femeninos (insinuando que se le perfilaba un cierto lesbianismo incipiente). Tuvo un hijo, pero falleció, y después también su esposo murió.

Al quedar viuda, y al parecer pobre, no le quedaba más que volver a casarse, o dedicarse a la prostitución; mejor decidió vestirse de hombre y estudiar medicina. Después de varios años de ejercer la medicina en Europa, decidió viajar a América, y se asentó en la isla de Cuba, donde terminó casada con una joven llamada Juana.

Cuando leí la historia, y llegué a este punto, me tuve que regresar unos párrafos más arriba, pensando que había leído mal, o que había entendido mal. Pero no. Los registros históricos hacen constar que efectivamente Enriqueta, con la identidad de Enrique Favez, contrajo matrimonio civil y religioso con Juana; lo que no se sabe con certeza es si fue un matrimonio motivado por la compasión a causa de la extrema pobreza de Juana, o fue un simple caso de atracción homosexual. Tampoco se sabe si Juana supo desde el principio que Enriqueta era mujer, o se enteró una vez iniciada la vida matrimonial.

Tampoco se ponen de acuerdo si las dos mujeres convivieron como simples amigas o hermanas, en un acuerdo de conveniencia mutua, o si en realidad estuvieron inmersas en una relación lésbica.

Lo que sí se sabe es que finalmente Juana denunció a Enriqueta, la cual se vio descubierta, acusada, humillada y exhibida. Se dice que su juicio fue de lo más escandaloso de la época... Pobre Enriqueta...

Terminó expulsada de Cuba, se fue a Nueva Orleans con unos familiares, y terminó ejerciendo la medicina en México, ya en su identidad femenina como Sor Magdalena.

Me llamó mucho la atención de esta mujer, porque más allá de si fue cierto o no que era lesbiana, me causa mucha compasión imaginarla todos esos años vestida de hombre, fingiendo ser hombre, intentando comportarse como hombre, y viviendo en el riesgo constante de ser descubierta. Por ahí un sitio dice que ella dijo que era un hombre preso en un cuerpo de mujer. Bueno, igual y pudo ser finalmente un simple caso de una mujer que no quiso conformarse con las limitaciones machistas de la época contra las mujeres, y decidió lanzarse a fondo para superar las pobres expectativas que tenía ante sí al momento de quedarse viuda.

Al fin de cuentas terminó pasando a la historia como la primera mujer en ejercer la cirugía en América... y también como el primer caso de transexualismo y/o el primer caso de lesbianismo en América Latina.

Definitivamente, en mi opinión, fue una mujer digna de compasión.

Shalom

FUENTES:
https://www.ecured.cu/Enriqueta_Favez
http://revistamedicinacine.usal.es/...tte-faver-caven
https://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_Favez
http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-43296801

Pienso que Juana sí sabía que era mujer, hay cosas que no es posible ocultarle a la persona con la que compartes la misma habitación:   genitales, menstruación, senos, etc...

http://www.expresionculturarte.com/t2123-m-butterfly

Cherokee escribió: [Ver mensaje]

Pienso que Juana sí sabía que era mujer, hay cosas que no es posible ocultarle a la persona con la que compartes la misma habitación:   genitales, menstruación, senos, etc...

http://www.expresionculturarte.com/t2123-m-butterfly

Pues el debate es si Juana sabría o no que Enriqueta era mujer antes de que se casaran; obviamente ya casadas, por mucho que su relación fuera totalmente platónica, se debió haber enterado de que era mujer. El otro punto es si mantuvieron relaciones sexuales, o si realmente su relación fue platónica, como de amigas y/o hermanas.

Leí un libro de Joyce Meyer, una conferencista cristiana, que sufrió muchos abusos de todo tipo en su niñez. Ella declaró algo que me hizo meditar por meses. Dijo que cualquier relación humana, llámese de padres e hijos, hermanos, parientes, amigos, etc., no importa; cualquier relación humana que se vuelve demasiado cercana incluso en lo físico, lleva casi inexorablemente a una relación sexual, no importando si se trata de personas del mismo sexo, y aún cuando estas personas sean heterosexuales.

Esto me hizo recordar aquella película llamada El Secreto de la Montaña.

Hay mucho qué hablar acerca de este tema.

"Y en el oriente de Cuba la había encontrado: para 1823 ya era un renombrado cirujano, se había casado por la iglesia con una lugareña, una tal Juana de León, y llevaba una vida holgada y respetable, aunque salpicada por rencillas y altercados resultados de los usos y abusos del alcohol.

Pero esa no era la causa por la que el doctor Favez había sido llevado a los tribunales de Santiago de Cuba y por la que esa tarde del 6 de febrero de 1824, un grupo de médicos lo amenazaba con practicarle el examen físico ordenado por el juez.

El verdadero motivo era una denuncia en su contra presentada por su propia esposa, que aseguraba que el respetado médico, el venerado cirujano de Baracoa, el fiel marido de Juana de León no era, en realidad, lo que decía ser.

Cuando los médicos y los agentes de policía se preparaban para comenzar el examen, Enrique Favez trató de impedirlo y contó su dolorosa verdad a viva voz.

(...)

“Hasta donde se conoce no había antecedentes públicos de lesbianismo en América Latina y son también las primeras mujeres que se casan bajo los oficios de la iglesia en toda Hispanoamérica”, señala González Pagés.

En Cuba, no obstante, las diferentes investigaciones que se hicieron sobre el personaje intentaban justificar que no se trataba de una lesbiana, según el investigador.

“Cuando se lee el expediente del juicio al que la sometieron y las cartas entre ella y su esposa que fueron vendidas después, no queda duda que entre las dos había una auténtica relación lesbiana de mutuo consentimiento”, asegura.

Sin embargo, fue la propia Juana quien entregó a su esposo a las autoridades.

¿Por qué?

González Pagés considera que se trató de una razón social.

“Al parecer, una empleada de la casa llegó un día y vio a Enrique borracho sobre la cama, con la camisa desabotonada y le vio los senos. A partir de ahí, se comenzó a difundir el rumor y parece que Juana, ante el temor de lo que le pudiera pasar y de las presiones de su propia familia, decidió denunciarla”, explica".





http://invdes.com.mx/ciencia-ms/caso-enriqueta-favez-la-primera-mujer-vestida-hombre-ejercio-la-medicina-america/

Hay varias versiones al respecto. Pareciera inverosímil que se hubiera casado con Juana sólo para salvarla de la miseria. Sin embargo, otro sitio así lo expresa:

Citar:

Durante su establecimiento en esa localidad, fue llamada a asistir de caridad a una joven huérfana tísica: Juana de León, que vivía miserablemente en un bohío, amparada por una lavandera. Ganada por la compasión frente al desamparo de la infeliz mujer le propuso matrimonio formal aunque no real con la finalidad de que prolongue su vida y de que le sirva de compañía de consuelo y hasta estímulo para luchar con la sociedad. Ante la negativa de Juana le hizo esta confidencia: Mi vida se funda en un terrible secreto que en estos momentos no puedo revelar, quizás lo haga más tarde, pero al presente es imposible. Si usted se casara de verdad, como las demás mujeres, muy pronto sucumbiría. Mi temperamento frío como el mármol, no necesita de las fuertes impresiones del amor material. Le explicó, además, que de puertas afuera serían esposos pero en la intimidad matrimonial sólo dos amigos y le ofreció, a la par, convertirse al cristianismo para poder celebrar el matrimonio, hacerla feliz y buscar la paz para su alma.

Y respecto del juicio, esto dice:

Citar:

En junio de ese año, un tribunal de Santiago de Cuba dictó sentencia, condenándola a reclusión por 10 años en la Casa de Corrigendas de La Habana, bajo vigilancia especial de las autoridades y a permanecer recluida hasta que fuera remitida a cualquier punto extranjero, tras haberlos cumplido.

Esta sentencia fue apelada ante  la Audiencia de Puerto Príncipe por su defensor: el licenciado Manuel Vidaurre. De su brillante informe se resaltan los párrafos que siguen: Ella no es una criminal. La sociedad es más culpable que ella, desde el momento en que ha negado a las mujeres los derechos civiles y políticos, convirtiéndolas en muebles para los placeres de los hombres. Mi patrocinada obró cuerdamente al vestirse con el traje masculino, no solo porque las leyes no lo prohíben, sino porque pareciendo hombre podía estudiar, trabajar y tener libertad de acción, en todos los sentidos, para la ejecución de las buenas obras. Qué criminal  es ésta que  ama y respeta a sus padres,  que sigue a su marido por entre los cañonazos de las grandes batallas, que cura a los heridos, recoge y educa a los negros desamparados y se casa nada más que para darle sosiego a una infeliz huérfana enferma?. Ella, aunque mujer no quería aspirar al triste y cómodo recurso de la prostitución...  En este momento el fiscal le espetó irónicamente: debe ser una santa a lo que Vidaurre repuso: o mejor, una víctima.

No sería la primera vez que a una mujer que se sale de los estándares establecidos, la acusaran de marimacha o lesbiana.

http://revistamedicinacine.usal.es/...tte-faver-caven

Graciela escribió: [Ver mensaje]

No sería la primera vez que a una mujer que se sale de los estándares establecidos, la acusaran de marimacha o lesbiana.

-  A mi esta historia se me antoja un poco extraña, es que es muy difícil que una mujer (aún vestida de hombre) haya pasado inadvertida como tal en medio de una multitud de hombres.   Ella no se ve que tuviera rasgos masculinos, el afeitarse, después tendrían que haberse dado cuenta en la voz, en los senos, por muy pequeños que los tuviera, la hubieran delatado.  El sangrando menstrual en esa época a veces requería guardar cama, porque los cuidados (toallas sanitarias) no tenían la facilidad que ahora, de hecho había mujeres que olían mucho a su período, no sabemos si tenía fuertes dolores debido a su menstruación.   No es fácil todo esto Gra, por eso pienso que hay algo extraño en esta historia,  no quiero decir que sea mentira, simplemente hay algo que no me cuadra.

Sí, estoy de acuerdo contigo... Es una historia de lo más extraña, y si no fuera porque hay documentación histórica que comprueba la existencia de esta mujer, cualquiera pensaría que fue un invento de alguien.

Lo más extraño es que, habiendo sido un escándalo en su época, las versiones sean tan contradictorias.

Graciela escribió: [Ver mensaje]

Sí, estoy de acuerdo contigo... Es una historia de lo más extraña, y si no fuera porque hay documentación histórica que comprueba la existencia de esta mujer, cualquiera pensaría que fue un invento de alguien.

Lo más extraño es que, habiendo sido un escándalo en su época, las versiones sean tan contradictorias.

-  Exacto!, son muy contradictorias.  Sí creo en la existencia de Favez, pero creo que hay algo en la historia no muy lógico.   Mira en el enlace que te dejé, se trata de un caso parecido "M. BUTTERFLY", un diplómatico británico cumpliendo misión en China, acudió a la ópera de Pekin a ver "Madama Butterfly" y se enamoró de la soprano que encarnaba a dicho personaje.   El mayor atractivo de esta ópera es que todo mundo sabe que solo actúan HOMBRES!! ¿cómo era posible que todo un diplomático ingles no supiera este detalle?  Es como si vas a Paris y te quedas asombrada al descubrir que la Torre Eiffel está allí!!!  Este diplomático vivió varios años con su "soprano" y juró que nunca se había dado cuenta que era hombre que creía que era mujer!  (al final resultó que el diplomático efectivamente era homosexual)

Sí, leí la historia, y te confieso que me asombró porque yo no la conocía.

Sin embargo, en el caso del diplomático, todas las evidencias apuntan a que ellos sí vivieron como marido y "mujer"... Es decir, no hay ninguna duda al respecto; lo que el diplomático aseguró fue que, aún cohabitando con su "esposa", no se dio cuenta que era "esposo"... Es algo totalmente inaceptable.

Y reconsiderando el caso de Favez, lo curioso es que prácticamente no está bien documentada ninguna declaración personal suya, de antes o durante el juicio, ni a favor ni en contra de su supuesta consumación del matrimonio; todo es "de oídas", o lo que quedó registrado en los documentos legales, o lo dicho por sus abogados.

Sin embargo, hay una prueba que inclina la balanza a que en realidad sí cohabitaron como pareja, y es la carta que envió años después a La Habana, dirigida a Juana; ésta ya había muerto al parecer, pero todo indica que era una carta de amor.